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Tras el escrutinio casi completo de las elecciones municipales del pasado domingo, un patrón definido emerge en el panorama político. El Partido Revolucionario Moderno (PRM) ha arrasado, asegurando el control de 120 de las 158 alcaldías en disputa. Sin embargo, al sumar las alcaldías obtenidas por sus aliados, su dominio se extiende a 133 municipios, representando un imponente 84% del total. Este éxito incluye la conquista de la mayoría de las municipalidades más influyentes del país.Por otro lado, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) ha logrado mantenerse en 16 alcaldías, mientras que la Fuerza del Pueblo ha obtenido 6, una cifra inferior a las 7 alcanzadas por el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) en alianza con el PRM. En contraste, el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) solo ha conseguido una alcaldía, específicamente en Castañuelas.
Sin embargo, la contienda electoral no ha sido menos disputada en todas partes, especialmente en las alcaldías de mayor envergadura como el Gran Santo Domingo y Santiago. En 18 municipios, los dos candidatos más votados han protagonizado una competencia cerrada. Destaca el caso de Dajabón, donde la candidata del PLD, Fiordaliza Ceballos, ha vencido al actual alcalde y candidato del PRM, Santiago Riverón, por tan solo un voto: 5925 frente a 5924. Esta situación ha generado tensiones, llevando a un minucioso escrutinio de los más de 200 votos nulos, lo que impide considerar los resultados como definitivos y mantiene cierta incertidumbre entre la población.
Cabe destacar el peculiar procedimiento establecido en el artículo 299 de la Ley 20-23 de Régimen Electoral ante un empate entre candidatos: un sorteo determina al ganador. Este proceso se lleva a cabo en presencia de los representantes de los partidos políticos, donde el presidente de la junta electoral local escribe los nombres de los candidatos en papelitos, los introduce en sobres, los mezcla como si se tratara de los bolos de una lotería y selecciona uno al azar, quien se proclama como el vencedor.
La jornada electoral no solo ha definido los nuevos liderazgos municipales, sino que también ha puesto de manifiesto la relevancia de cada voto en el devenir político del país.