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El mundo del cine ha perdido a una de sus figuras más icónicas y talentosas. Este lunes, a la edad de 87 años, el director estadounidense William Friedkin falleció en Los Ángeles, California, dejando una huella imborrable en la historia del séptimo arte. La triste noticia fue confirmada por el decano de la Universidad de Chapman, Stephen Galloway, amigo cercano de la esposa del difunto, la reconocida productora Sherry Lansing, según informaciones de medios especializados.
Friedkin, cuya carrera cinematográfica abarcó décadas y géneros diversos, ha dejado un legado impresionante. Su última obra, "The Caine Mutiny Court-Martial", protagonizada por el talentoso Kiefer Sutherland, está a punto de ver la luz en la próxima edición del prestigioso Festival de Cine de Venecia, manteniendo su presencia en el corazón de la industria hasta el último momento.
El director fue parte fundamental de la movida del Nuevo Hollywood en la década de 1970, compartiendo escenario con nombres igualmente influyentes como Brian De Palma, George Lucas, Martin Scorsese, Michael Cimino y Francis Ford Coppola. Nacido en Chicago, Friedkin supo fusionar su experiencia en la televisión, especialmente en la dirección de documentales, con una audaz técnica de montaje, definiendo un estilo único que dejó su huella indeleble en géneros como el terror y el thriller policial.
Uno de sus logros más celebrados fue "The French Connection" (1971), un electrizante filme de suspense que sigue la implacable búsqueda de dos detectives de Nueva York mientras se enfrentan a una red de narcotraficantes de heroína. La película, rodada con la apariencia de un documental, presentó una de las secuencias de persecución más memorables en la historia del cine, otorgándole a Friedkin ocho nominaciones en los Óscar, de las cuales obtuvo cinco galardones, incluyendo el prestigioso premio al Mejor Director.
Sin embargo, fue en 1973 que Friedkin alcanzó la cima de su reconocimiento con "The Exorcist", una obra maestra del cine de terror que dejó una profunda marca en la cultura popular. La película narra la aterradora historia de Regan, una niña de 12 años poseída por una entidad demoníaca, y la lucha desesperada de su madre y un valiente sacerdote para salvarla del mal. La icónica escena en la que la cabeza de la niña gira 360 grados se mantiene en la memoria de los amantes del cine hasta nuestros días.
Curiosamente, años después, Friedkin admitió que muchas de las escenas de la película habían sido imaginadas por él, sin tener una comprensión real de cómo era un exorcismo, hasta que su documental "The Devil and Father Amorth" (2017) le brindó una visión más auténtica del proceso.
La impactante "The Exorcist", protagonizada por la talentosa Linda Blair, no solo dejó una marca en la historia del cine de terror, sino que también demostró su poderío en taquilla al recaudar más de 500 millones de dólares, consolidando a Friedkin como un maestro en su oficio y obteniendo una merecida nominación adicional al Óscar por su dirección.
Con un total de 18 nominaciones al prestigioso premio, "The Exorcist" se alzó con dos estatuillas doradas, reconociendo su excelencia en la categoría de Mejor Guión y Mejor Sonido.
Además de estos logros destacados, Friedkin nos regaló otras joyas cinematográficas como "To Live and Die in LA" (1985) y "Killer Joe" (2011), demostrando su versatilidad y su habilidad para cautivar al público con cada una de sus creaciones.
La ciudad de Los Ángeles, epicentro de la industria del cine, se despide de un titán de la dirección, pero su legado perdurará a través de las películas que creó y de la inspiración que dejó en generaciones de cineastas y amantes del séptimo arte alrededor del mundo. En cada fotograma de sus obras maestras, el espíritu visionario y la pasión de William Friedkin seguirán vivos, recordándonos la inmensa contribución que hizo a la magia del cine.
Fuente: Agencias