Internacional I Argentina
Redacción El Sol
A un año de haber asumido el cargo como Ministro de Economía en Argentina, Sergio Massa se encuentra inmerso en un complejo panorama económico y político. Su relación con el kirchnerismo a lo largo de los años, así como los desafíos en el manejo de las cuentas del país, han generado polémicas en torno a su candidatura a la presidencia.
Uno de los principales problemas que enfrenta Massa es la inflación, que, aunque muestra signos de moderación, sigue siendo alta. Con un 50,7% de inflación acumulada en lo que va de 2023 y una variación interanual del 115,6%, la economía argentina sigue enfrentando retos significativos. Además, aumentos en diversos sectores como el transporte público, la electricidad, los combustibles y la educación privada, entre otros, plantean preocupaciones para los ciudadanos.
Otro punto crítico es la gestión de las reservas y la relación con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Massa debe equilibrar las necesidades financieras del país con las tensiones que genera esta relación en el seno del kirchnerismo. Por un lado, hay sectores que se muestran reticentes a negociar con el FMI, mientras que otros critican cualquier acuerdo con el organismo internacional. Incluso, Juan Grabois, otro precandidato a presidente por la coalición oficialista, ha expresado fuertes críticas hacia Massa y su enfoque económico.
Los cruces con Grabois han sido evidentes, aunque Massa ha optado por no responder directamente. Sin embargo, su esposa y su cuñado han intervenido en su defensa. Estos enfrentamientos públicos resaltan la tensión dentro del oficialismo y cómo Massa busca mantener su imagen y apoyo entre el electorado.
La relación de Massa con el kirchnerismo ha sido una montaña rusa política. A pesar de su origen en la derecha política y su pasado como funcionario durante el gobierno de Néstor Kirchner, Massa ha oscilado entre colaborar con el kirchnerismo y distanciarse de él. Esta cambiante relación ha llevado a divisiones y rupturas, pero también a alianzas estratégicas, como su reciente acercamiento a Máximo Kirchner.
En su búsqueda de apoyo electoral, Massa se encuentra haciendo malabarismos entre diferentes facciones del peronismo. Por un lado, se muestra junto a figuras destacadas del kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires, intentando asegurarse el respaldo del ala más radical. Por otro lado, busca expandirse a provincias donde el peronismo ha tenido dificultades, interactuando con empresarios y emprendedores locales.
A medida que se acercan las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 13 de agosto, Massa se enfrenta al desafío de conquistar el electorado desencantado con el gobierno actual. Si bien la coalición oficialista no parece ser la favorita en las PASO, la estrategia del peronismo es lograr que Massa sea el candidato único más votado. El resultado de esta estrategia y su capacidad para mantener un equilibrio entre las diversas facciones determinará su éxito en la contienda electoral.