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Los demócratas mantuvieron el control del Senado de Estados
Unidos el sábado al lograr repeler los intentos de los republicanos por retomar
esa cámara y dificultándoles frustrar la agenda del presidente Joe Biden. El
destino de la Cámara de Representantes aún era incierto ya que el Partido
Republicano luchaba por lograr una ligera mayoría allí.
La victoria de la senadora Catherine Cortez Masto en Nevada
dio a los demócratas los 50 escaños que necesitaban para conservar el Senado.
Su triunfo refleja la sorprendente fuerza de los demócratas en Estados Unidos
en este año electoral. Buscando la reelección en un estado en apuros económicos
que registra algunos de los precios de gasolina más altos de la nación, Cortez
Masto fue considerada la miembro más vulnerable del Senado, lo que aumentó la
frustración de los republicanos que confiaban en que sería derrotada.
“Hicimos mucho y haremos mucho más por el pueblo
estadounidense”, dijo el sábado por la noche el líder de la mayoría en el
Senado, Chuck Schumer, demócrata por Nueva York. “El pueblo estadounidense
rechazó —rechazó rotundamente— la dirección antidemocrática, autoritaria,
despreciable y divisiva que los republicanos de MAGA querían tomar en nuestro
país”.
Con los resultados en Nevada ya decididos, Georgia es el
único estado donde ambos partidos aún compiten por un escaño en el Senado. El
senador demócrata en funciones Raphael Warnock se enfrentará al contendiente
republicano Herschel Walker en una segunda vuelta el 6 de diciembre. La
contienda por el Senado en Alaska ha avanzado a una votación por orden de
preferencia, aunque el escaño seguirá en manos de los republicanos.
Fuente: DW